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Cristina Faustino ha inaugurado el programa de formación de Connect'Up 2024 con un taller esencial para los emprendedores: Desarrollo de habilidades comunicativas e interpersonales.

Connect'UP 2024

Cristina Faustino: «Uno de los desafíos más comunes es asumir que el carisma es innato, que se tiene o no»

Faustino ha dado inicio al programa de formación de Connect'Up 2024 con un taller esencial para los emprendedores: Desarrollo de habilidades comunicativas e interpersonales

Cristina Faustino, licenciada en Economía, ha forjado su carrera en áreas como el coaching, la inteligencia emocional y la programación neurolingüística (PNL), tras una etapa inicial dedicada a la asesoría fiscal. Con el tiempo, decidió redirigir su trayectoria hacia el desarrollo personal y profesional, sumándose a una consultora de Recursos Humanos donde asesora a empresas en la gestión del talento de sus equipos.

El 23 de octubre en Sa Riera, Faustino inauguró el programa de formación de Connect'Up 2024 con un taller esencial para los emprendedores: Desarrollo de habilidades comunicativas e interpersonales. Este módulo se consolida como una herramienta clave para los participantes de las categorías Start, Sprint, así como del programa Youth quienes coincidieron en la formación.

— ¿Por qué considera que la formación en habilidades comunicativas e interpersonales es fundamental para los emprendedores en sus primeras etapas?
— Para impulsar un proyecto, las personas emprendedoras necesitan forjar alianzas y lograr inspirar a otras para unificar una visión común. Contagiar su pasión, compartir conocimiento y mostrar confianza son claves para liderar nuevos proyectos. En las primeras etapas, es fundamental conectar, persuadir y construir confianza, logrando que otras personas crean en la iniciativa y en quien la lidera y para ello se necesitan las habilidades comunicativas y interpersonales.

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Participantes de las categorías Start, Sprint, y del programa Youth, junto a la formadora Cristina Faustino.

— ¿Cuáles son los desafíos más comunes que enfrentan los emprendedores en cuanto a relaciones interpersonales y cómo los aborda su formación?
— Uno de los desafíos más comunes es asumir que el carisma es innato, que se tiene o no. En nuestra formación, ampliamos el concepto de carisma y ayudamos a las personas participantes a descubrir su propio estilo comunicativo. Esto otorga mayor seguridad, facilitando la construcción de vínculos sólidos y auténticos. Otro reto está en asistir a los eventos de networking. Muchas personas emprendedoras los ven como espacios rígidos, cuando en realidad son oportunidades clave para construir comunidad. En nuestra formación, enseñamos cómo aprovechar estos eventos para crear conexiones estratégicas y efectivas.

— ¿De qué manera cree que las habilidades interpersonales y la inteligencia emocional influyen en el éxito de un emprendedor?
— Emprender es una travesía con altibajos. La inteligencia emocional resulta vital ya que las personas emprendedoras necesitan sostenerse ante rechazos, contratiempos o cambios inesperados. El éxito radica en mantener la determinación, y la inteligencia emocional brinda herramientas para gestionar las emociones, adaptarse a los desafíos, autocuidarse y mantener el compromiso. Además, es esencial que las personas emprendedoras sepan interpretar el estado emocional del entorno. En la formación, utilizamos dinámicas como el 'trabajo de tierras' para ayudar a las personas participantes a empatizar con los diferentes colectivos de su ecosistema.

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— ¿Cuáles son las claves para construir relaciones laborales efectivas?
— Una clave para construir relaciones laborales auténticas es la curiosidad por conocer a la otra persona sin juicios previos. Esto genera reciprocidad y confianza. Si hablamos de efectividad en términos operativos, es crucial crear una alianza clara, consensuar expectativas y construir acuerdos que hagan la relación útil y sostenible a largo plazo. En la formación, mostramos cómo construir alianzas sólidas, además de trabajar en la confianza, explorando las tres claves principales para fomentarla en cualquier relación profesional.

— ¿Qué rol juega la inteligencia emocional en la efectividad de un líder y cómo se puede desarrollar para gestionar equipos con éxito?
— Hoy en día, gestionar un equipo con éxito implica cuidar su bienestar colectivo. La persona que lidera debe ser sensible a las emociones del equipo, especialmente cuando el clima emocional está marcado por miedo, frustración o tristeza. La inteligencia emocional permite a la persona que lidera empatizar con estas emociones sin dejarse arrastrar por ellas, buscando soluciones en conjunto con el equipo. Las emociones colectivas son una guía para identificar las necesidades del equipo, y la inteligencia emocional es clave para reconocerlas, aceptarlas y actuar con coherencia para mantener la cohesión, el bienestar y la productividad.

— En un entorno empresarial cada vez más digitalizado, ¿considera que las habilidades interpersonales y emocionales son más importantes que nunca?
— Sin duda. La digitalización ofrece herramientas que optimizan muchos aspectos de nuestros proyectos, pero también puede desconectarnos del propósito humano que los impulsa. Las habilidades interpersonales y emocionales nos permiten mantenernos conectadas con el sentido del proyecto: mejorar el mundo para las personas. La capacidad de percibir, intuir y comprender lo que las personas necesitan, tanto lo que expresan como lo que no, es algo que no deberíamos dejar en manos solo de la tecnología. Mantener estas habilidades nos ayuda no solo a no perder la humanidad en nuestros proyectos sino a mantener el vínculo con el proyecto vivo.

— ¿Cómo impactan las relaciones interpersonales en la productividad y rendimiento de un equipo?
— La productividad y el rendimiento de un equipo dependen directamente de la calidad de sus relaciones. A menudo, veo equipos que intentan avanzar sin la actitud adecuada. Al abrir un espacio para escuchar a todas las personas del equipo, se logra que se sientan valoradas, lo que reduce tensiones y aumenta el compromiso. Se transforma un ambiente lleno de quejas y victimización en un ambiente contributivo y de autorrealización. Las personas no solo buscan su propio bienestar sino el de todas las personas que forman parte del ecosistema. Un equipo que se escucha y apoya mutuamente trabaja más alineado con su propósito común. Las dinámicas comunicativas saludables y la capacidad de identificar y corregir comportamientos tóxicos son esenciales para la productividad y el éxito colectivo.