El sector de la alimentación deportiva crece con fuerza en Europa, impulsado por la demanda de productos más saludables y alejados de los ultraprocesados. En ese escenario surge Megarawbar, una empresa mallorquina que apuesta por ingredientes ecológicos y una filosofía centrada en el bienestar del atleta.

El proyecto nace de la experiencia del nutricionista deportivo Paolo Tonarini, que durante años vio cómo jóvenes ciclistas consumían meriendas cargadas de azúcar y suplementos con edulcorantes artificiales. El cambio llegó cuando su hijo Leonardo quiso competir y se topó con la misma falta de opciones. Tonarini decidió crear una alternativa que uniera rendimiento y salud.

La visión creció con la incorporación de Serena Sirini, chef pastelera especializada en cocina raw vegan. Ella dirige la producción y los proveedores. Él impulsa el desarrollo de producto y la expansión. Juntos han construido una marca basada en barritas y alimentos funcionales elaborados con almendras, dátiles, cacao y otros ingredientes ecológicos ricos en minerales. Todos los productos son sin gluten, sin soja, sin lactosa y sin azúcares refinados, aptos para deportistas profesionales y amateurs, veganos, celíacos e incluso niños.

La empresa se sustenta en una filosofía clara. Ingredientes reales, procesos mínimos y una apuesta por productos que cuiden el cuerpo. Una propuesta que contrasta con los efectos asociados a los ultraprocesados, como inflamación o problemas intestinales. Megarawbar quiere ofrecer energía limpia antes del esfuerzo, soporte durante la actividad y una recuperación eficaz tras el entrenamiento.

La marca ha crecido de forma constante y ha consolidado un modelo basado en el canal profesional y la elaboración para terceros. Su actividad se concentra en Mallorca, aunque ya opera en la península y empieza a abrir mercado en Alemania, Italia y Austria. Su avance ha sido posible gracias al impulso de los fundadores, al apoyo financiero inicial y al interés de clientes que buscan alternativas saludables. La fabricación se realiza íntegramente en la isla, lo que permite controlar cada fase del proceso y asegurar coherencia con la filosofía de la compañía. La trazabilidad y la calidad de la materia prima son pilares centrales para mantener la confianza de los deportistas.

La startup abre ahora una nueva etapa con la ambición de convertirse en una referencia de nutrición deportiva ecológica. Su propuesta se apoya en tres principios. Ingredientes reales, nutrición basada en evidencia y un compromiso con el bienestar que trasciende el producto. Megarawbar aspira a liderar un cambio hacia una alimentación deportiva más consciente y alineada con las necesidades del atleta. Un propósito que resume su espíritu. Be the change. Be Mega.